7
Alguna ventaja tuvo la reforma electoral de 2008.
Una, sin duda, es la conformación de la boleta o las boletas con las que votaremos el primer domingo de julio. En términos estrictos, desde 2009 las elecciones mexicanas no tienen lo que conocíamos como coaliciones, lo que hay son candidatos comunes.
Es por eso que la boleta de 2012 para presidente, por ejemplo, tiene siete posibilidades de voto —y solo cuatro candidatos. De hecho, todas las boletas tienen siete partidos. Y cada uno tendrá solo lo que los votantes le hayan dado explícitamente y no, como sucedía en el pasado, por una repartición negociada antes de la elección entre los dirigentes partidistas.