En El Santos vs. la Tetona Mendoza (Peyote y Átomo Films 2012) largometraje de Alejandro Lozano basado en la historieta de Jis y Trino “El Santos vs. la Tetona Mendoza”, con guión de Augusto Mendoza (Abel, 2010), el Santos, un luchador vuelto superhéroe ―para evitar demandas del luchador de las películas Santo― acepta exterminar de México a los zombies de Sahuayo para complacer a la madrota de congal y luchadora topless del bando de los rudos la Tetona Mendoza, pero entra en conciencia al ver al Peyote Asesino tirarlos por un barranco y a la Tetona ascender a máxima líder del país súbita ElbaEstherezca presidenta de México, respaldada por un ejército de invasoras feministas Poquianchis del Espacio, por lo que arrepentido une fuerzas con el Peyote Asesino, logra vencerlas al futbol en un nuevo Escape a la victoria atlista para finalmente lograr traer de vuelta a los zombies y ponerse frente a frente con la Tetona, pedirle entrar a su baño y hallar entre sus heces fecales una chora de mota guardada durante semanas en el estómago, todavía encendida, que la villana fuma y la hace recular para volverse a juntar sexual y matrimonialmente con el héroe, ante la condescendiente mirada del narrador y leyenda del cine motorolo Cheech Marín, que nos lo explica todo con la piedad de una María Sabina sabiéndoselas de todas todas.