Samsung ha confirmado la venta de su división de impresoras a una compañía que sabe bastante del tema: HP Inc. La firma estadounidense pagará 1.050 millones de dólares a los coreanos a cambio de hacerse con el negocio, persiguiendo así "romper y reinventar" una industria que "no ha innovado en décadas", según indica en su comunicado oficial. Y es que HP sabe perfectamente que el sector no es precisamente el más emocionante dentro del mundo tecnológico, con modelos "obsoletos, máquinas complicadas con docenas de piezas reemplazables que requieren acuerdos de servicio y mantenimientos ineficaces". Con esta compra se firma además la mayor adquisición de la historia de HP dentro del negocio de impresión.