María Villar Galaz fue asesinada después de que su familia pagara parte del rescate exigido por sus secuestradores. Fuentes cercanas a la investigación han confirmado a EL PAÍS que la ciudadana de 39 años, desaparecida el 13 de septiembre por la noche tras tomar un taxi al poniente de la Ciudad de México, falleció la madrugada del 15. Un día antes su esposo, Cristiano Do Vale y su primo, Gorka Villar, hijo de Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, pagaron en efectivo 65.000 pesos (3.000 euros) en un paraje no especificado de la delegación Iztapalapa, al sureste de la capital del país.