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La desaparición de 28 mineros a finales de la pasada semana en el suroeste de Venezuela ha iniciado un nuevo y agrio enfrentamiento entre el gobierno bolivariano del país y la oposición. Los diputados opositores Américo De Grazia y Andrés Velásquez, diputados de la región de Bolívar, donde se encuentra la mina de Tumeremo, donde desaparecieron los mineros, denunciaron que el grupo de 28 hombres fue tiroteado por bandas criminales que operan en las minas, y que estos luego escondieron los cadáveres. Sin embargo, el gobernador de la región, el chavista Francisco Rangel Gómez, salió al paso negando la masacre y acusó en un programa de radio a los diputados denunciantes de pretender crear alarma y desestabilizar. En una intervención televisiva, Rangel fue más allá, y anunció que acusará ante la justicia a los denunciantes por propagar rumores y por, supuestamente, financiar ilegalmente sus actividades políticas.
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