Lo pego aquí porque es de acceso restringido en Mural: Misteriosa conmoción Pues misterioso fue el asunto de la conmoción del "Chicharito" Hernández reportada ayer, aunque en el entrenamiento del martes lo vieron practicar normal y subirse por su propio pie al autobús del Manchester United. Raro que el equipo haya avisado de la "conmoción cerebral leve" hasta el día siguiente, lo que causó extrañeza en los organizadores del Juego de las Estrellas de la MLS contra los "Red Devils", pues toda su mercadotecnia para la comunidad latina había girado en torno a un duelo entre Omar Bravo y el propio Javier. Llamó la atención de los responsables del partido que el mexicano anduvo modelando relojes en una pasarela el lunes por la noche sin ningún problema, pero sobre todo les brincó una diferencia en las versiones. Aunque tanto el United como la familia manejaron que "Chicharito" había sufrido un balonazo en la práctica, la gente que administra la carrera del goleador manejaba la versión que había sido un cabezazo, en la lucha por un balón. Ninguna de estas situaciones fue apreciada por los testigos que observaron la práctica, que insisten todo transcurrió con normalidad. A lo mejor lo que pasó fue que se cayó de la cama o se resbaló en el baño, aunque existe un antecedente que sólo unos cuantos conocen. A finales del 2007, poco después de debutar con el Rebaño, Javier prendió la alarma en el redil cuando comenzó a sufrir desmayos, migrañas severas, dolores de cabeza, náuseas, vómito y dolor abdominal; Rafael Ortega, en ese entonces médico del Club, lo mandó de inmediato a EU a una valoración. "Chicharito" fue a Phoenix, donde en un inicio se temía que pudiera sufrir un tumor, pero a final de cuentas le diagnosticaron, en palabras del propio jugador, una "disritmia cerebral", un término general que se aplica a enfermedades relacionadas a trastornos del ritmo de las ondas cerebrales registradas en el electroencefalograma. "Lo que tengo es disritmia cerebral, me dijeron que debo tomar medicamentos por los próximos seis meses para ver cómo voy evolucionando, para ver si se me quita o lo tengo que tomar más tiempo", explicó el entonces delantero de Chivas. Los médicos en Phoenix, según dijo el jugador, le comentaron que podría continuar con su actividad deportiva, aunque debería seguir estricto cuidado médico, evitando a toda costa llevar una ajetreada vida nocturna, dormir por lo menos ocho horas, alimentarse sanamente e incluso no ver la TV con las luces apagadas. Ojalá que haya sido un zape de Berbatov o un coscorrón de Sir Álex Ferguson lo que provocó que no jugara anoche en Nueva Jersey, y que aquel episodio médico sea cosa del pasado ¡Venga, Chicharito!

Te falto poner que es la columna del buen sancadilla