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Como han cambiado las bromas
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Hoy por la mañana  regresaba a mi casa, y al dar vuelta en Tercer anillo no pude evitar observar  a dos cuadras de mi destino a un ave que colgaba de un poste, con cinta “canela” en patas, cuerpo y que cubría completamente su cabeza, se encontraba desplumada y al parecer había sido torturada.

Pude observar  también a varios curiosos que se encontraban alrededor del ave, estaban  anonadados no daban crédito sin embargo  solo veían por unos segundos aquella fastuosa escena para después  huir como si algo les provocara un profundo temor.  Al igual que todos ellos mi instinto curioso se abalanzó y vi una nota pegada en el ave, una “narco nota” literal (pues estaba escrito en una nota de remisión) que decía lo siguiente “ben a recojer a tu jente vachoco puto atte. Los z”.

Sentí mas curiosidad pues parecía que las faltas de ortografía eran intencionales, la escena de muerte y sadismo parecía más bien una mala imitación de una película contemporánea del cine mexicano. Y fue ahí donde después de que pasaran varias  patrullas y vieran con singular alegría la escena sin darle importancia, comencé a pensar hasta que punto los actos simbólicos del narcotráfico se han convertido en el nuevo modo de jugar al dulce o truco.

Esta por demás decir que el acabar con una vida incluso la de un animal, es un acto detestable e inhumano, pero lo mas lamentable es que hemos llegado al extremo de violentarnos psicológicamente con este tipo de practicas, era increíble la impresión de terror en las personas que observaron lo acontecido, la cara de espanto de las madres que apresuraban el paso de sus hijos para evitar cualquier efecto colateral de haber presenciado la escena. Por supuesto la histeria de los vecinos no se hizo esperar y comenzaron las especulaciones; se hablaba del vecino del primo del hijo que tenia palomos de exhibición, o del fulano sospechoso que tiene una camioneta de reciente modelo y vende huevos en su negocio, o de que los “z” eran unos cholos que Vivian a unas cuadras… en fin, son poco comunes incluso graciosas las conjeturas que la gente llega a maquilar cuando es presa de ese extraño morbo/temor que produce el tema del narcotráfico.

Espero de verdad que este acto bizarro y digno de una pintoresca ciudad del norte del país no sea algo mas que la jugarreta que mi instinto de bromista dice que es, espero que el palomo haya estado muerto y no lo hayan torturado, espero que los “z” respeten la vida e integridad de las personas que sin deberla ni temerla están en el lugar y tiempo equivocado,  pero sobre todo  deseo que vuelva este país un día a ver este tipo de cuestiones como algo aislado anormal y reprochable, que deje de ser la matanza y la desesperanza el pan de todos los días.

Facso, 13 years ago
Puaj, que asco de gente.