No sólo se destinan insuficientes recursos a la ciencia y la tecnología mexicanas, sino que en comparación con los miembros de la Organización para la Cooperación del Desarrollo Económico (OCDE), los cuales en promedio destinan a investigación y desarrollo el equivalente a 2.3 por ciento del producto interno bruto (PIB) del bloque —la nación más avanzada es Suecia, que destina 3.8 de su PIB, seguido por Finlandia, Japón, Corea y Corea del Sur—, México destina entre 0.39 y 0.4 por ciento a estos rubros.