A veces me cuestiono que tan valido será dudar de la existencia de Dios (así me dijo mi Mama que se escribía, Dios no dios), pienso una y otra vez en la desfortuna de aquellos que hemos perdido la Fe y las ataduras a una doble moral impuesta y arbitraria que solo ha generado una nula conciencia de la realidad y una dopada versión de la causalidad de las cosas; he tenido conflictos con amigos, hermanos, exnovias, abuelitas y una interminable lista de personas que a la menor insinuación de ateísmo tienen en sus manos los palos y la hoguera encendida para exterminar al hereje.

Debo de admitir que en un país donde según cifras del INEGI el 83,9% de la población de 5 años y más se identificó como católica es difícil eludir un bautizo, una boda o una graduación en la cual se recuerden los rezos, palabras y ademanes que atentan contra la libertad de elección de credo pues nunca se me pregunto si quería rezar un rosario o si quería que me bautizaran o si tenia ganas de hacer una relatoría de hechos confinado en una caja de madera donde del otro lado probablemente el oyente se masturbaba con la dulce voz del niño que sentía temor de la ira incontrolable del que en esencia y por su grandeza es noble a mas no poder y nunca tendría deseos de venganza pues es comprensivo de nuestra inferioridad.

La fe es ciega… y sorda pero nunca muda pues siempre se hace notar con argumentos tan sólidos y amplios como el léxico de quien asuma el dogma como la única verdad, para cada negación existe un santo, para cada incongruencia existe una justificación y para cada error existen dos aves marías y tres padres nuestros. Es por esto que cada vez que miramos pasmados la corrupción la avaricia y la frialdad de las personas deberíamos replantear un cambio de fondo (no es político) me refiero a un cambio de Fe, creamos en la Fuerza de los Jedi, en Maradona, en los reptilianos en los Vulcanos o en cualquier otra cosa que nos ayude a entender que no sirven de nada las reformas en sistemas y leyes pues a pesar de que la ley sea perfectible, es el juicio y la acción de los individuos lo que define el destino de una sociedad; el respeto a los demás: solo eso mantiene un equilibrio. Si queremos un cambio verdadero tenemos que cambiar aquello que nos parece único e inmutable, nosotros mismos como seres evolucionamos, crecemos y perecemos formando parte de algo tan inmenso que no podemos comprender.

Conocer a Dios si es que existe implicaría entender ecuaciones, causas y efectos de los que aun no somos testigos y probablemente no vivamos para apreciarlos, pues ha sido la complejidad de las cosas lo que ha hecho que a lo largo del tiempo una explicación simplificada se resuma a la obra y acción de una Deidad.
Por ultimo quisiera pedirles un gran favor… No compren ni para regalo de 10 de Mayo la medallita de Juan Pablo II, no hace milagros, y es de muy mal gusto que se unan a una farsa comercial que solo le hace creer a las personas que un pedazo de metal les ayudara a encontrar mágicamente empleo y felicidad por solo 6 cómodos pagos de $299.90