``` `
Pekín ha amanecido este martes bajo su primera alerta roja, el nivel más alto de una escala de cuatro, por contaminación. Las escuelas se encuentran cerradas, las obras paralizadas y las empresas estatales ofrecen horario flexible a sus empleados. El tráfico, generalmente pesado en una ciudad de 21 millones de habitantes y un parque móvil de más de 5 millones de vehículos, se ha vuelto mucho más fluido: tan solo pueden circular la mitad de los automóviles privados, mediante un sistema de alternancia entre las matrículas pares e impares.
...